domingo, 12 de junio de 2016

ANTONIO, UNO DE LOS SANTOS MÁS EMBLEMÁTICOS DE LA ORDEN FRANCISCANA


1. No se llamaba Antonio, no nació en Padua ni era italiano.
Nació en Lisboa, Portugal, en 1195. Se llamaba Fernando de Bulloes y Taveira de Azevedo. A los 25 años adoptó el nombre de Antonio cuando se hizo franciscano.

2. Fue agustino antes de ser franciscano. 
A los 15 años ingresó a los Canónigos Regulares de San Agustín. Diez años después ingresó a los Frailes Menores Franciscanos.

3. Pudo ser mártir. 
Decidió ingresar a los Frailes Menores para predicar a los sarracenos y estaba dispuesto a morir por amor a Cristo. Se fue a Marruecos, pero una severa enfermedad lo obligó a retornar.

4. Era un gran predicador.
Tenía una voz clara y fuerte, talante imponente, memoria prodigiosa y un profundo conocimiento, el espíritu de profecía y un extraordinario don de milagros.

5. Lleva un Niño Jesús en brazos por una aparición.
Fue testigo de una aparición del Niño Jesús a quien sostuvo en brazos.

6. Su milagro más famoso permitió que un hombre recupere un pie amputado. 
En Padua, un joven de nombre Leonardo, en un arranque de ira, pateó a su propia madre. Arrepentido, le confesó su falta a San Antonio quien le dijo: "El pie de aquel que patea a su propia madre, merece ser cortado." Leonardo corrió a casa y se cortó el pie. Enterado de esto, San Antonio tomó el miembro amputado del joven y milagrosamente lo reunió al cuerpo.

7. Lo conocen como el santo más milagroso.
Su fama de obrar actos prodigiosos nunca ha disminuido y aún en la actualidad es reconocido como el más grande taumaturgo de todos los tiempos.

8. Es conocido como “el Santo de todo el mundo”.
León XII lo llamó “el Santo de todo el mundo” porque por todas partes se puede encontrar su imagen y devoción. Es patrón de los pobres, viajeros, albañiles, panaderos y papeleros.

9. Acuden a él para pedir un buen esposo o esposa. 
Por esta razón algunas personas llegan a poner su imagen de cabeza, pero esto es una superstición y una práctica no cristiana.

10. Su canonización fue la más rápida de la historia.
El Papa Gregorio IX lo canonizó menos de un año después de su muerte en Pentecostés el 30 de Mayo de 1232.